Violently happy
Pues hoy me he sentido "violentamente feliz", porque me he enterado de que han decidido que veamos Fucking Åmål en vez de Burt Munro(The World's Fastest Indian) en una campaña de cine que se está llevando a cabo en algunos colegios de Asturias desde hace algunos años. Campaña contra la drogadicción o algo parecido lo llaman. No sé exactamente por qué, porque todas las películas tienen algún tipo de contenido moral o valores sociales, pero no tocan demasiado el tema de las drogas. Quizá sea para que estemos entretenidos en el cine en vez de drogándonos por ahí.
En fin, el caso es que me he alegrado mucho de este cambio, porque aunque no sé de qué va la otra película, Fucking Åmål la conozco ya bastante bien y desde la primera vez que la vi, automáticamente decidí que quería ver esa película con mi clase, "compartirla" de algún modo, supongo.
Sé que esta película no gusta a todo el mundo y sé que no es tan buena ni de lejos como a veces yo hago ver, pero independientemente de esto, opino que es una película que deberían poner en todos los colegios o institutos, porque te guste o no la película, y dejando a un lado la calidad que ésta pudiera tener, podría llegarse a una serie de conclusiones sobre ella, o como mínimo, a un intercambio interesante de opiniones. Y digo "podría" y no "puede" u otra palabra porque sé perfectamente que cuando la vayamos a ver, el 17 de enero, no sólo a mucha gente no le gustará, sino que es más que probable que oiga cosas como que "es una peli de bolleras", algún que otro comentario despectivo y si ese día está[n] creativo[s], quizás la asocie[n] de alguna manera conmigo.
Y llegaremos a clase y en Tutoría tendremos que "trabajar" la película, como con Crash, y me meterán en un grupo lleno de hipocresía o de ignorancia, o probablemente de ambas cosas. Y depende de lo que me toque, hablaremos de la película como si fuera lo mejor del mundo, como si la gente que estuviera en mi grupo no se sintiera indentificada en absoluto con algunos de los personajes de la película y como si la conducta de éstos les pareciera más que deleznable o quizás sea todo lo contrario, quizás no puedan aguantar su asco y su desprecio y ni siquiera se molesten en ser políticamente correctos... en intentarlo, aunque en cierto modo me atrevería a decir que lo prefiero así, que al fin y al cabo puede que no nos conozcamos mucho, pero nuestras opiniones las sabemos de sobra. En el primer caso, con Crash recuerdo que, harta de la falta de debate y de la ausencia de opiniones concretas o personales, pregunté, en general: "¿Es que nadie quiere quemar negros?" y sólo recibí una sonrisa como respuesta.
Quizás fuera cierto, quizás la persona a la que me refería en mi grupo no quisiera "quemar negros", pero si vuelve a darse la misma situación de falta de opinión, sin argumentos, o de hipocresía, de cinismo... o lo que sea... volveré a formular la pregunta: "¿No quieres quemar bolleras?". O quizás juegue más con la psicología: "¿Y si tu mejor amigo/a te dijera que es homosexual?" o "¿Qué opinas de la actitud del resto de la gente con ellas? ¿Tú cómo reaccionarías?", aunque esta pregunta vendrá más que probablemente en el cuadernillo que quizás nos den para trabajar la película, y nos llevará nuevamente a una de las situaciones ya descritas.
Hasta el 17 de enero, entonces.